Entras a una tienda de zapatos, ya sea a curiosear o a con una necesidad en mente y automáticamente salta un vendedor a comentarte las promociones, rebajas, a tantas cuotas sin intereses con esta tarjeta. Te persigue por la tienda mientras miras y lo sientes tan cerca y observándote que puede que te incomodes y te vayas.
Estás en un supermercado haciendo compras la casa y nada más para cruzar el pasillo te topas con dos o tres impulsadoras ofreciendo alguna promoción, degustando producto, que si "lleve tantos y pague tanto", que si "compra dos le regalo un noseque".
Si este tipo de venta y promoción está desapareciendo, es por la simple razón de que "amamos comprar y odiamos que nos vendan". Como cada vez estamos mas alertas y preparados como consumidores, esa venta "invasiva" nos incomoda, nos invade y la insistencia nos termina por cansar y generar rechazo.
En medio de tanto ruido promocional
lo que menos se escucha
es lo que el consumidor quiere.
En un mercado donde la demanda disminuye y la competencia se vuelve más agresiva y la presión por vender aumenta, la respuesta es simple: deja de perseguir y acosar. En vez, dedícate a atraerlos hacia tus productos, hacia tu negocio de una manera sutil, diferente, pensada para él.
En plena guerra de precios, no hay que trabajar más duro, hay que trabajar de una manera más inteligente. Nos toca ser más recursivos.
Por ejemplo:
No necesitas gastar una millonada en una valla enorme en medio de la vía para conseguir su atención y atraer nuevos clientes. Entiende lo que necesita, bríndale una mejor experiencia de compra y que sienta que hizo un buen negocio contigo.
Deja que ese cliente contento sea tu "valla publicitaria" andante y que, sin haber invertido un centavo, te traiga otros clientes más.
Si quieres tener más herramientas para ser competitivo en medio de una contracción de mercado, te esperamos en nuestro curso "Estrategias para sobrevivir a una guerra de precios" a realizarse el próximo jueves 26 de septiembre en Quito. Más información